DE GANAR UN "FRIGOPIE".

Y el verano sigue avanzando, impávido, impasible, con la cadencia natural de que después de un día, viene otro y otro más.

El verano, no  presta atención, a las machaconas noticias que nos intentan asustar, con rescates, primas y recortes.

No, tampoco presta atención a los corredores, muchos de ellos descansan, otros sestean y otros simplemente vaguean. Mientras unos pocos, siguen también machaconamente con sus entrenamientos, para ver luego sus frutos, quizá en Zaragoza (Pepe Martín e Isi), quizá en esos 100 Km de septiembre (Paco, José Luis, Valentín, Emilio  y no se cuantos valientes mas) quizá más tarde, o quizá simplemente para no perder eso que tanto cuesta coger, eso tan etéreo que denominamos "la forma".

La "forma", ese estado ideal e idílico que todo corredor quiere coger, para decir luego antes de cualquier carrera que no está en él o en ella más bien. Porque quien ha oído a alguien decir "estoy en formar, voy a arrasar", ni siquiera Usain que sabía que lo iba a hacer y lo hizo, hace algo así.

Pero como decía al principio, el verano sigue avanzando, con sus calores, sus tormentas, sus Juegos Olímpicos, sus playas, sus chiringuitos, sus cervecitas, sus "topeleses", sus fiestukys  y en resumen todo lo bueno y todo lo malo que esta estación nos da y que hace que mucha gente que entrene con más pasión, que otra gente que descanse con más pasión y otra mucha que ni lo uno, ni lo otro.

Aprovecho para poner dos fotos, de donde he estado sin entrenar la semana pasada, prometiendo un Frigopie de regalo a aquel a aquella que acierte ambos sitios.
El de mar es muy facilito (el edificio que se ve, por increíble que parezca es después del Bernabéu, el Museo del Prado y el Camp Nou el edificio más visitado de toda España, quien se lo iba a decir a los Templarios cuando empezaron a construirlo), pero la otra foto tiene su aquel.

Que este verano que sigue, la fuerza os acompañe.